EL AMOR | don Miguel Angel Ruiz



Podemos describir al Amor, como una amalgama de sentimientos y emociones que inspiran al ser humano a tomar acción en la encrucijada de la vida, siguiendo la, o las direcciones que determinará el modo de vida que el individuo creará para sí mismo.

Como podemos ver, el Amor es uno de los símbolos más poderosos que el ser humano ha creado para dirigirse a sí mismo en la búsqueda más dramática que se ha impuesto.

Es una búsqueda en la que el ser humano a invertido la totalidad de él mismo, en un intento de recordar el misterio más grande que jamás haya existido, y que el temor ha impedido por milenios que el Hombre (hombre y mujer), tenga acceso a la verdad del gran misterio.

Son múltiples los caminos que el Hombre ha recorrido en su eterna búsqueda y son muchas las desviaciones que lo han llevado a caminos sin salida en el interminable laberinto que lo lleva inevitablemente a su destino final.

En la Historia, ha habido muchos individuos que han alcanzado la meta final, pero son pocos los que han decidido popularizar su experiencia e influir de manera importante en la dirección del Hombre (sociedad) en el mítico laberinto al encontrar la verdad.

La humanidad se ha perdido en muchas ocasiones en las desviaciones que los llevan a caminos sin salida, y es ahí donde pasan vidas enteras de manera obstinada, sin darse cuenta que ese camino no los lleva a ningún lado.

Usemos nuestra imaginación un poco, y unamos el punto de salida y la meta del laberinto por una línea recta, y todas las desviaciones que te llevan a un callejón sin salida salen de esa línea recta.

Sabemos de antemano, que en la meta final encontraremos la verdad, y que la verdad nos revelará el misterio más grande que jamás haya existido.

Además sabemos también que es el temor el que ha impedido que tengamos acceso a la verdad. Al desviarnos, tomamos los callejones sin salida, y que es ahí donde perdemos vidas enteras por el temor a conocer la verdad.

Una minoría de los Hombres que han alcanzado la meta final, fundaron una escuela esotérica en la cual explicaron de la mejor forma que fueron capaces, la experiencia de cuando la verdad les fue revelada.

La forma en que explicaron su experiencia, siempre tuvo las limitaciones que el leguaje hablado o escrito usado es sus tiempos, ha tenido.

Por lo cual, podemos entender la impecabilidad del que expresaba la experiencia, así como las múltiples distorsiones de los que lo escuchaban.

La gran mayoría de las escuelas esotéricas (por no decir todas), coincidieron al afirmar que el gran conflicto que existe en la mente humana, no es entre el bien y el mal, sino entre la verdad y las mentiras, y el que bien y el mal no es sino la consecuencia de creer en la verdad, o en las mentiras.

El resultado de creer en la verdad es el amor, en sus miles de direcciones.

Y el resultado de creer en las mentiras es el mal, en sus miles de direcciones.

Es el mal el que nos lleva a tomar las desviaciones que nos llevan a callejones sin salida, en el laberinto mítico.

La vida, es como un laberinto, en donde hay dos fuerzas que te guían en el camino. El amor siempre te guía hacia la meta final, que es la verdad, y el miedo hacia los callejones sin salida.

Estos callejones sin salida son una ilusión que semejan el infinito y parecen interminables. Son hechos por historias. Historias que justifican las distorsiones hechas por el miedo, y que nos hace creer en las mentiras que nos desvían del camino principal, que es el camino de la verdad.

Esa fuerza que nos lleva a la verdad es la que conocemos como el Amor.

Comentarios

Entradas populares