La comunión con Dios sana los males que aquejan a los individuos y a las naciones | PARAMAHANSA YOGANANDA
Paramahansaji enfatizó que las vibraciones negativas del egoísmo, la codicia y el odio –las cuales causan enfermedades e infelicidad a los individuos, así como guerras y desastre naturales a las naciones– Pueden ser superadas si un número suficiente de personas se dirigen a Dios a través de la meditación y la oración. Al transformarnos nosotros mismo –viviendo conforme a los principios espirituales y en comunión con Dios– automáticamente difundimos vibraciones de paz y armonía que contribuyen, en gran medida. a contrarrestar los efectos negativos producidos por la forma inarmónica de vivir.
Así pues, como instrumento del poder curativo de Dios, la oración constituye uno de lo más noble servicios que podemos prestar a nuestros semejantes. La demás formas de servicio, tales como la ayuda material y la asistencia social, son sin duda valiosas y necesarias para aliviar temporalmente los sufrimientos ajenos; sin embargo, la oración efectuada en forma científica ataca la raíz misma de los sufrimientos mundiales, es decir, los hábitos de pensamiento erróneos de la humanidad.
Así pues, como instrumento del poder curativo de Dios, la oración constituye uno de lo más noble servicios que podemos prestar a nuestros semejantes. La demás formas de servicio, tales como la ayuda material y la asistencia social, son sin duda valiosas y necesarias para aliviar temporalmente los sufrimientos ajenos; sin embargo, la oración efectuada en forma científica ataca la raíz misma de los sufrimientos mundiales, es decir, los hábitos de pensamiento erróneos de la humanidad.
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